Página:Recordacion Florida Tomo I.pdf/19

Esta página ha sido validada
VIII Biblioteca de los Americanistas.

empeñados en atribuir á misteriosas causas lo que en las naturales tiene llana y fácil explicación.

Pasaron los españoles desde Cozumel á Champotón, donde fueron recibidos de los indígenas con cruda guerra; navegaron luego á Boca de Términos, y á los ríos de Tabasco ó Grijalva, de Guazacoalco, de Papalohapan ó de Alvarado, y hacia el pueblo de Tlacotalpa ó río de Banderas, que nombraron así por las que usaban en sus lanzas los indios y movían llamando á los navegantes á la playa para hacer rescates; y costeando siguieron hasta la isla de Sacrificios y el punto de Ulúa ó Culúa que llamaron San Juan, por el nombre de Grijalva y por haber llegado allí el día de su santo.

Tras breve descanso en aquella costa, durante el cual se comisionó á Pedro de Alvarado para que en uno de los navíos fuese á Cuba y diese á Velázquez noticia de que era tierra firme la descubierta y abundante en las riquezas de que le llevaba valiosa muestra, siguió la armada costeando. En el rio Huitzilapán ó de Canoas, los indios tripulantes de las que se acercaron á reconocer á los expedicionarios, les embistieron con gran fiereza; y viendo éstos la imposibilidad de rescatar oro, continuaron su rumbo hasta acercarse á una punta tan difícil de doblar, que les obligó á volver atrás, después de oir la opinión del primer piloto Alaminos. Viraron los buques, y desandando lo recorrido, volvieron al río de Guazacoalco y á Tonala, donde rescataron multitud de hachas de cobre, que creyeron ser de oro; y allí, junto al cu ó templo de los ídolos, sembró Bernal Díaz seis ó siete pepitas de naranja que llevaba desde la isla de Cuba, que nacieron muy bien por haberlas cuidado aquellos sacerdotes idólatras, y dieron los primeros naranjos de la Nueva España; sobre los cuales dice Díaz, que después de ganado Mexico fué por ellos, «é traspúsolos é salieron muy buenos.»

En esto se ve, y lo demuestra bien la actividad desplegada por muchos soldados, á seguida de la conquista, para aclimatar las producciones europeas en las tierras descubiertas, que no fueron los españoles á la América sólo á