Página:Recordacion Florida Tomo I.pdf/149

Esta página ha sido validada
72 Biblioteca de los Americanistas.

tienen como materna, que son muy pocos; pero es verdad que siempre fué reino aparte del mexicano, como lo siente quien lo miró y supo de más cerca.[1]

Y si no fuera suficiente lo referido para pensar que, por faltar aquí el establecimiento de aquel estatuto, se debe creer que Montezuma no llegó, no sólo con su dominio, pero ni con sus armas á Goathemala, aunque quiera conjeturarse que su gran poder lo tuvo todo avasallado, hasta lo más remoto; es muy de razón el que nos pongamos en este crédito, cuando lo aseguran lugares muy inmediatos á su corte, que jamás, aunque lo procuró muchas veces, consiguió dominarlos, resistiendo á poderosos ejércitos que echó sobre ellos infructuosamente: puesto que á Tlaxcala, á quien procuró debelar con tanto ahínco «no pudo ni por ardid, ni por guerra manifiesta debelarla, ni traerla á su obediencia jamás; quedando libre esta provincia de aquella sujeción, siendo bastante á mantenerse en su libertad contra un Reino tan poderoso, y tenaz en las resoluciones de sus máximas, y esto no distando más camino de corte á corte que treinta leguas.» ¿Pues cuánto menos debe presumirse que dominara á Guathemala, reino que se mantenía al calor y fomento de tres reyes, que imperaban en él, y que dista de la corte de México trescientas y treinta leguas de doblado y trabajoso camino? Y que, habiendo de venir con grande aparato de guerra, el mismo tránsito de su ejército había de apestar y esterilizar estos países tan dilatados, que no permitiesen alejarse á muy remotas jornadas de aquella corte por falta de bastimentos; porque no tenían, como nosotros, el uso de los bizcochos, ni otras menestras que pudieran conducirse, sin que para este portaje no fuera necesario otro número tan considerable de gastadores como el de los combatientes.

Siendo muy de considerar que, al tiempo de las mayores revueltas y peligros de la conquista deste reino de Goathe-

  1. Torquemada, segunda parte, libro VI, cap. VII de la Monarquía Indiana.