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Una pequeña historia
Dedicada á mi querido hermano
Antonio del Espino
Silvia era una mujer enamorada,
(pero de su marido),
el que á decir verdad no la adoraba,
y sólo concedía
al amor que su esposa le ofrecía,
esa condescendencia
que en lenguaje vulgar, la llama el mundo
con sobrada razón indiferencia.
Mas cuando la mujer está ofuscada
por una de esas grandes afecciones,
su ciego entendimiento no vé nada.
¡Feliz aquel que en su ilusión hermosa
todo lo mira de color de rosa!
Silvia era muy feliz, para ella el mundo
era un vergel de purpurinas flores;
entregada á su amor grande y profundo