leve pecado, pequeña falta;
en un segundo se transfigura
en un delito que lo rechaza
el pensamiento, que como el ave
por el espacio tiende sus alas,
y va buscando nuevos afectos.
¿Porqué se olvida? ¿porqué se ama?
sin duda alguna este misterio
tiene principio, tiene su causa;
de cuyo efecto se ve patente
que el alma sufre, que aquí le falta
quien adivine su sentimiento,
por eso triste y errante vaga
como el marino que la tormenta
dejó en ignota desierta playa,
¿puede el proscrito vivir dichoso?
no, que recuerda siempre su patria
¡ah! pues entonces ¿cómo queremos
que sea en la tierra feliz el alma?
Por eso en vano en los afectos
buscamos todos preciosa sabia
que nos aliente, que nos reanime
en el cansancio de la jornada;
¡pero qué pocos son venturosos!
se encuentran fuentes, pero sin agua:
otros encuentran anchos arroyos.
Pero su cieno lanza miasmas
cuya influencia es tan nociva,
que más nos vale con débil planta
seguir aislados en nuestra vida,
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Ramos de violetas