<poem>::La ciencia hija de Dios debe inspirarnos; venid poetas y elevad cantares, venid hijos de Apeles, tomad vuestros pinceles y en la boca del túnel tenebroso, deteneos un instante: y vereis como avanza en las tinieblas el humo de la máquina triunfante tejiendo un velo de flotantes nieblas. ¡Parecen cordilleras de montañas! ¡visiones delirantes! copiad esas figuras tan extrañas, ¡ligeras, indecisas, palpitantes! ¡oh! trasladad al lienzo ese paisage de sombra de vapor de luz rogiza por que ese extraño cuadro simboliza, todo el invento y el poder del hombre.
- Y vosotros profundos pensadores
que buscais en la ciencia de ultra-tumba de la divina luz los resplandores, escudriñad las santas escrituras: que ellas dicen del modo que hallaremos paz en la tierra, y gloria en las alturas.
- ¡El evangelio fuente sacrosanta
es manantial purísimo y fecundo! ¡El que bebió en sus aguas se levanta sobre el impuro lodazal del mundo!