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Ramos de violetas

cas ideas, ideas que brotaron en los verjeles de Andalucía.

Adios, Sofía; adios, graciosa sombra de una mujer; te admiré en mi infancia, te quise en mi juventud y te compadecí en mi segunda edad: hoy te envidio, porque has dejado este valle de lágrimas, y te ruego que te acuerdes de mí, que reanudes nuestra amistad, interrumpida por las pequeñeces de este mundo. Yo te llamo, ven, responde á mi voz; la eternidad nos ofrece su ilimitado porvenir; comuniquémonos, los efectos no mueren, las existencias se enlazan entre sí, porque todo se relaciona y tiene su razón de ser.

¡Bendito mil veces el Espiritismo! Bendita sea la hora que conocí su innegable verdad!

¿Puede haber nada más grande que devolvernos la muerte á los seres queridos que estaban alejados de nosotros en la tierra? ¡Haber trocado la sombra en luz! ¡la nada en el todo!

La muerte perdió su triste imperio. Desaparezcan las melancólicas ciudades de los muertos, los sombríos cementerios; pulverícese la materia; busquemos al espíritu que siempre vive, no á la materia que se disgrega, cambiando de forma!

Además, si sus átomos vuelven á nos-