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luzca eternamente esa débil claridad, misteriosa estrella de dos vidas! ¡Ese fulgor alumbrará bastante todos los mundos y será suficiente para mis ojos por toda vuestra eternidad!" ¡Ay! Yo vi después extinguirse aquella estrella de mi juventud, aquel hogar de mis ojos y de mi corazón! Yo vi los postigos de las ventanas permanecer largos años cerrados sobre la fúnebre obscuridad de la pequeña estancia. Después los vi reabrirse un día, un año; después me decidí a mirar para ver quién se atrevia a vivir donde había vivido ella; después vi en aquella ventana, inundada de sol y adornada con flores, a una joven desconocida que jugaba y sonreía con un niño recién nacido, sin saber que jugaba sobre un sepulero, que sus sonrisas se convertían en lágrimas en los ojos de un transeunte y que aquella vida era una ironía de la muerte... ¡Después voiví muchas veces, de noche, y todavía vuelvo to dos los años para acercarme a aquel muro con pasos temerosos, tocar aquella puerta, sentarme en aquel banco de piedra, mirar los resplandores, escuchar los ruidos que vienen de allá arriba y figurarme un momento que veo el reflejo de su lámpara, que oigo el timbre de su voz, que voy a llamar a la puerta, que ella me espera y que voy a subir!... ¡Oh memoria! ¿Eres un beneficto del cielo, o un suplicio infernal?

PRI .. ........... —Pero, perdón, amigo mío; puesto que lo deseas, prosigo mi relato, —

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