Escenas montañesas. — Colección de bosquejos de costumbres, tomados al natural, por D. José María de Pereda, con un prólogo de D. Antonio Trueba. — Madrid, 1864. — Un tomo en 8.° francés de 349 páginas.
Aunque esta obra tiene ya cuatro años de fecha, no la creemos excluida del círculo á que deben limitarse nuestras noticias bibliográficas, tanto porque la fama la ha tratado con poca justicia, á causa sin duda de ser nuevo su autor en la república de las letras, como porque, encerrando un interés permanente, no sólo bajo el aspecto literario, sino también bajo el histórico y etnográfico, nunca podria estimarse fenecida la ocasión de darla á conocer, y menos hoj que la Revolución de Setiembre ha venido á acelerar el movimiento de trasformacion de nuestra sociedad tradicional, hasta en los últimos rincones de la Península, y á hacer, por lo mismo, más y más necesarios libros que, cual las Escenas montañesas, ofrezcan á las generaciones futuras el retrato fiel y exacto de la que ahora está espirando, últimas reliquias de la España antigua.
El título de Escenas denota que el Sr. Pereda se propuso seguir las huellas de El Solitario y El Curioso Parlante, acabados modelos en la pintura de las costumbres populares: el adjetivo montañesas indica que el país, cuya fisonomía moral y física ha querido reproducir en sus cuadros, es aquella parte de las Asturias, vulgarmente llamada Montaña de Santander, ó autónomasticamente la Montaña, donde el tipo asturiano, notablemente modificado, aunque no del todo borrado, por la vecindad y frecuente roce con Castilla y Vizcaya y las continuas emigraciones á Andalucía, presenta un conjunto de rasgos y caracteres sumamente original,