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comunicacion á Málaga con Córdoba y el resto de España! Tierra de contrastes la Península ibérica, en ninguna región lo es tanto como en Andalucía, pudiendo asegurarse que, no sólo en los campos, pero aun en las ciudades, se halla la mayor cultura al lado del atraso más increíble.

Pues ya sabemos en qué estado se hallaban los alrededores de Málaga á fines del siglo XV, tornemos á la referida época para continuar la narración comenzada.

Pasado el sitio, donde, en tiempo de Moros, se extendía la huerta de Acíbar, hoy iglesia y convento de la Victoria, no es posible dar un paso sin subir ó bajar con notable esfuerzo; tales son de empinados los cerros que allí mismo comienzan. Sepáranles profundos barrancos, siendo el más importante el llamado Arroyo de Jaboneros, ó Jabonero, como frecuentemente le llaman los naturales.

Por las alturas de la izquierda, y, digámoslo, separándolas de la cuenca del Guadalmedina, sube la carretera de Granada, que cruza la cuesta de la Matanza; una legua ya de Málaga, donde, según los habitantes del contorno, murieron á la vez todos los Moros malagueños, y donde otros pretenden fueron vencidos y muertos muchos Cristianos; por ventura, confundiendo el suceso con el de las lomas de Cútar, de que hemos hablado en el comienzo de nuestra narracion.

Rayaba el alba, y, á pesar de que aún era grande la oscuridad, dejaba ver la dudosa luz del crepúsculo matutino, dos hombres que marchaban á compás, como llevando un peso entre ambos, y en pos de ellos un ginete; los cuales, subiendo desde lo llano á lo que hoy es comienzo de la cuesta de la Reina, en la referida carretera de Granada, y á menos de kilómetro de Málaga, iban en direccion de los cerros, á cuyos piés corre el arroyo Jabonero.

Demás es decir que eran nuestros conocidos de las lomas de Cútar, y viniendo cargados, cerca de cuatro leguas y media de camino, desigual en muchas partes, bien habían necesitado la noche entera para llegar á las inmediaciones de Málaga. Ya en la Peña del Oro, que señorea hermosísima vista, pusieron los Montañeses las parihuelas en tierra y el ginete se detuvo.