Muchos fueron los esforzados varones que, movidos por el glorioso ejemplo que les diera el inmortal genovés Cristóbal Colon, gloria de su patria adoptiva España, se lanzaron, deseosos de rivalizar con él, á buscar, á través de la inmensidad del Océano nuevos países que conquistar, estimulados ya por el interés, ó ya por el deseo de lograr imperecedera fama, y si bien no todos tuvieron la buena fortuna de conseguir, como Hernán Cortés, Francisco Pizarro y Vasco Nuñez de Balboa, por menos afortunados ó menos diestros que aquellos insignes guerreros, los brillantes resultados que ellos, todos son dignos de ocupar distinguido lugar en el templo de la fama, y de que sean citados sus nombres con aprecio por cuantos aman las glorias nacionales.
Deslumbrados los primeros historiadores de Indias con las brillantes hazañas, que dieron por resultado la conquista de los dos poderosos Imperios de Méjico y el Perú, dedicaron sus plumas á describirlas y enaltecer cual se merecen á Cortés y Pizarro, que las llevaron á cabo, y cuyos nombres llegaron á hacerse populares y conocidos en toda Europa, dejando casi en el olvido, y haciendo sólo mencion como de pasada, de otros capitanes, que no tuvieron igual suerte; y si el nombre de Nuñez de Balboa es hoy tan conocido como los de ellos, lo debe á la docta pluma del inmortal Quintana. Por eso, prescindiendo de recordar los hechos de aquellos, que son de todos sabidos, vamos á referir someramente los de algunos otros, que están casi olvidados.
