BOLETIN BIBLIOGRÁFICO.
LIBROS EXTRANJEROS
Les Quatre Georges, Eludes sur la cour et la societé anglaises (1704 á 1830), par Thackeray, traduit de l'anglais par M. Foyer, precedé d'une preface par M. Prevost-Paradol, de l'Academie Française. París, Germer-Baillière, libraire-editeur, 1869.
El autor de este libro tiene una gran reputación literaria, así en Europa como en América, donde tan grande entusiasmo produjeron sus lecturas, que le valieron mucho provecho y ovaciones semejantes á las que se suelen tributar en otros países á los conquistadores y á los Monarcas. Thackeray pasa por ser uno de los primeros, si no el primer escritor humorístico de la Gran Bretaña: uso de esta palabra, porque ya ha tomado carta de naturaleza entre nosotros, y porque no se podria traducir exactamente por la de epigramático ó satírico. Siempre domina este carácter en sus obras, y la que nos ocupa no forma excepción á pesar de su título: verdad es que en ella no se trata de los grandes sucesos políticos ocurridos en el largo período que comprende, ni se nombra, como no sea por accidente, á los hombres de Estado que dirigieron en aquella época los destinos de Inglaterra. Apenas se indica en estos estudios que bajo Jorge III perdió Inglaterra sus colonias de la América del Norte, y que bajo la Regencia y reinado de su hijo tuvieron lugar las grandes guerras con la República y el Imperio francés.
El objeto principal, ó mejor dicho, exclusivo del autor, es presentar un cuadro animado y pintoresco de las costumbres de aquella época, dándonos á conocer el carácter y condiciones particulares de los Monarcas ingleses de la dinastía Brunswick, que á pesar de los grandes servicios que prestaron á Inglaterra, son, considerados privadamente, personajes poco simpáticos y faltos de aquellas calidades que suelen hacer perdonar grandes de fectos. Sensual y avaro, Jorge I era tan extraño á Inglaterra, que no pudo llegar nunca ni á comprender la lengua de este país; por lo que decia Walpole que él y el Rey habían gobernado la Gran Bretaña con latin de cocina ó macarrónico, que era la lengua en que se comunicaba el Monarca con su primer Ministro. Thackeraj dice, hablando del primer Rey hannoveriano, lo siguiente: «El primer Jorge tomó nuestra acogida por lo que nos robó todo el dinero que pudo, pero nos salvó del Papismo y de la anarquía.» En efecto, el Rey se tuvo siempre por extranjero en Inglaterra, y le era tan odiosa su permanencia en su nuevo reino, que anhelaba piempre abandonarlo para residir en Hannóver, con lo cual el Gobierno