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fatalmente obedece la Humanidad en todas sus manifestaciones. Esta doctrina, no sólo desconoce y niega el libre albedrío del hombre, sino que, aceptándola, es inexplicable el progreso, que no existiria, si nuestra especie estuviera sometida á leyes que obrasen como obran las que presiden al mundo físico.

El Sr. Ádame presta un verdadero servicio á los amantes de los estudios morales y políticos, reuniendo en su libro lo más esencial é importante de cuanto se ha escrito y practicado en las naciones de Europa en una materia que es de grandísimo interés, aunque no se le suponga tan gran trascendencia científica como algunos pretenden. Y siendo el primero que con tan buen método ha abarcado, en una exposición clara, y escrita con facilidad, todo lo concerniente á la Estadística, contribuirá á que su conocimiento se extienda mucho más que hasta aquí, despertando curiosidad é interés por este linaje de estudios.


LIBROS EXTRANJEROS.


Libre Philosophie, par Ernest-Bersot. — Bibliothéque de philosophie contemporaine. — París, Germer-Baillière, 1868.

Según declara el autor en la advertencia con que dá principio á su libro, éste es una invitación á filosofar, y á filosofar libremente, y el objeto que se propone es ganar partidarios al espiritualismo, doctrina que profesa y á la que tiene amor. Muy necesarios son en la actualidad los esfuerzos de esta escuela en Francia, porque no puede negarse que se halla en notabilísima decadencia, á pesar de contar entre sus defensores á hombres de tanto mérito como Caro, Janet y el mismo autor del libro. El antiguo sensualismo, revestido con el nombre más eufónico de positivismo, ha recobrado su imperio, y lo tiene más extenso y quizá más firme en la nación vecina que en el siglo pasado, cuando dominaban sin rival en la literatura y en la ciencia las doctrinas de Locke, exageradas por Lametrie y por los autores de la Enciclopedia, y algo mitigadas después para uso de las escuelas oficiales por Condillac y por Laromiguiére.

Verdad es que, por más que los discípulos más ilustres de Aug-Comte declaren que los problemas metafísicos deben abandonarse, porque siendo