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BOLETIN BIBLIOGRÁFICO

un prólogo, aunque hubiese sido breve, en el que dieran noticia del origen é historia del códice ó de los códices que les hayan servido para su publicación, pues nunca es excusada esta diligencia, que sin duda hubieran agradecido los aficionados á la historia y á la bibliografía.

Con la imparcialidad que debe usarse en estas materias, diremos que esta Crónica es de escasísimo valor histórico, por que, como dice en el lugar antes citado el Sr. Llaguno, "Lo que escribió Barrantes Maldonado es un compendio de Ayala, como notó Ferreras". Además, el copilador, poeta y soldado, como otros de su tiempo, vivió más de un siglo después de ocurridos los sucesos que narra, y del contexto de lo que escribió se infiere que no tuvo á la vista más datos que los contenidos en la Crónica de Pedro Lopez de Ayala, el cual, como se sabe, sólo escribió lo relativo á los seis primeros años de este reinado, sin que hasta ahora se tenga noticia de ninguna Crónica que los abarque todos, como sucede con D. Pedro, D. Enrique II, D. Juan I, Don Juan II y D. Enrique IV, antecesores y sucesores de D. Enrique el Doliente digno sin duda de mejor fortuna en esta parte, pues en los pocos años que reinó, después de sus tutorías, demostró grandes virtudes y grandes dotes de gobierno, por lo cual vive más en la tradición que en la Historia, no habiendo quizá en España quien ignore la leyenda del gabán dado en peño para comprar la cena del Rey y el castigo que con esta ocasión impuso á los soberbios y ambiciosos magnates de su corte. Aunque todo esto ha movido á varios escritores en distintas épocas á ocuparse de tan notable Monarca, puede decirse que su historia está por escribir, pues no es completa la que publicó Gil González Dávila en 1638, ni son suficientes las noticias que da el Doctor Lozano en sus Reyes nuevos de Toledo. No hay para qué decir que el Sr. Lafuente no añade nada á lo que dicen estos escritores, que ya tuvieron en cuenta lo que Ferreras, Garibay y Mariana hablan escrito sobre el asunto.

De todas maneras, y á pesar de lo dicho, es digno de aplauso quien en las circunstancias presentes se arriesga á hacer los gastos de una edición como la que anunciamos para que sea conocido un libro que ofrece sin duda algún interés para los curiosos y eruditos.