Página:R.E.-Tomo III-Nro.12-Id.06.djvu/6

Esta página ha sido validada

Á QUINTANA.

565

El genio que le inspira,
La virtud y el valor vano martirio,
Y el Dios que al hombre cria
El Dios de una perpetua tiranía?


¡Oh! no: vendrá la historia,
Y al legar á los siglos sus anales,
Dirá al fin tu victoria
¡Oh raza de tribunos inmortales!
Pueblos, guardad su herencia:
La fe en la humanidad fué su creencia.


Y tú que el vate fuiste
De esa tribu inmortal ¡noble poeta!
Y tú que enmudeciste,
Vencido no, mas desdeñoso atleta,
Y en sombra refulgente
Velas hoy con rubor tu anciana frente;


Si aún vive aquella musa
Que tú alentaste al despuntar su dia,
Cuando con voz confusa,
Vagando en el pensil de Andalucía,
Cantaba la infelice
Trajedia de Pausanias y Cleonice;


No temas que abandone
Las santas cumbres donde á ver se alcanza
El sol que no se pone;
Sol de la humanidad y la esperanza;
El sol que el hombre implora,
El sol del porvenir que está en su aurora.