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562 Á QUINTANA:

Y á los Borbones fia,
Esqueleto como él, su Monarquía;


El pensamiento humano
Que arrebatado de ambición inmensa,
Arcano tras arcano
A los cielos robándoles, condensa
La palabra del hombre
El monumento que á la edad asombre;


España, en fin, España
Sacudiendo dos siglos de desmayo,
Y con la antigua saña
Blandiendo en las Termopilas de Mayo
La espada de Pavía
Que la herrumbre del ocio carcomia;


Tal fué tu gran poema
¡Himno de las batallas! ¡Armonía
De muerte y de anatema
Que de Bailen á Waterloo seguía
Con eco sobrehumano
De la Europa vengada al gran tirano!


¡Himno de las batallas!
De aquellas ¡ay! donde la fuerza blande
Sus bronces y sus mallas,
Y de aquellas también do en lid mas grande
Despliega su violencia
El guerrero sin paz, la inteligencia.


En la memoria mía,
Nunca olvidados, no, mas confundidos
En la honda lejanía
De los años en pos desvanecidos,
Tus cantos hoy se elevan,
Y el entusiasmo juvenil renuevan.


Mas ¡ay! ¿qué dejo amargo