posa de Ceto, (1) inconsolable por la pérdida de Itilo (2).
Vinicio, aunque enfermo y habituado á las artimañas del griego, no pudo reprimir una sonrisa. Estaba contento además de que le hubiese Chilo comprendido inmediatamente. Así es que le dijo: —Entonces he de escribir también que te enjuguen las lágrimas. Dame la vela.
Chilo, que había recobrado ya el pleno dominio de sí mismo, se levantó y adelantando unos cuantos pasos hacia la chimenea, tomó una de las velas que junto á la pared ardian.
Pero mientras esto hacía, cayósele de la cabeza el capucho y la luz dió de lleno en su semblante.
Saltó al punto Glauco de su asiento y acercándose al griego púsosele delante y le preguntó: —Céfas: ¿no me reconoces?
Y en su voz había una tan terrible entonación que un estremecimiento se apoderó de todos los presentes.
Chilo alzó la vela y casi en el mismo instante la dejó caer al suelo; en seguida se dobló casi por completo y empezó á gemir: —¡Yo no soy!... ¡Yo no soy!... ¡Perdón!...
Glauco volvióse á los cristianos allí reunidos y les dijo: —Este es el hombre que me traicionó, que nos arruinó, á mí y á mi familial.
La historia era sabida de todos los cristianos y de Vinicio, el cual, si no identificó desde el primer momento á Glauco, fué solamente por haberse desmayado varias veces á consecuencia del dolor, mientras le estaban curando la herida, debiéndose á esa circustancia el que no le oyera llamar por su nombre.
(1) Edone, mujer de Ceto, convertida en ruiseñor.
(3) Itilo, hijo de Ceto y de Edone. á quien su madre mató de nochepor ignorancia, y reconocido su error, y habiendo pedido la muerte & los dioses, fué convertida en ruiseñor.