Página:Prosas profanas (1896).djvu/32

Esta página ha sido validada

¿O un amor alemán?— que no han sentido
Jamás los alemanes—: la celeste
Gretchen; claro de luna; el aria; el nido
Del ruiseñor; y en una roca agreste,

La luz de nieve que del cielo llega
Y baña a una hermosura que suspira
La queja vaga que a la noche entrega
Loreley en la lengua de la lira.

Y sobre el agua azul el caballero
Lohengrín; y su cisne, cual si fuese
Un cincelado témpano viajero,
Con su cuello enarcado en forma de S.

Y del divino Enrique Heine un canto,
A la orilla del Rhin; y del divino
Wolfang la larga cabellera, el manto;
Y de la uva teutona el blanco vino.

28