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Otro lleva
en la espalda
El cofre de ensueños, de perlas y oro,
Que conduce la Reina de Saba.
Otro lleva
una caja
En que va, dolorosa difunta,
Como un muerto lirio la pobre Esperanza.
Y camina sobre un dromedario
la Pálida,
La vestida de ropas obscuras,
La Reina invencible, la bella inviolada:
La Muerte.
Y el hombre,
A quien duras visiones asaltan,
El que encuentra en los astros del cielo
Prodigios que abruman y signos que espantan,
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