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Sobre las tempestades del humano oceano
Se oye el canto del Cisne; no se cesa de oir,
Dominando el martillo del viejo Thor germano
O las trompas que cantan la espada de Argantir.

¡Oh Cisne! ¡Oh sacro pájaro! Si antes la blanca Helena
Del huevo azul de Leda brotó de gracia llena,
Siendo de la Hermosura la princesa inmortal,

Bajo tus blancas alas la nueva Poesía,
Concibe en una gloria de luz y de harmonía
La Helena eterna y pura que encarna el ideal.

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