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Hecha de rosa y nieve nació la Anadiomena.
Al ciclo alzó los brazos la lírica sirena,
Los curvos hipocampos sobre las verdes ondas
Levaron los hocicos; y caderas redondas,
Tritónicas melenas y dorsos de delfines
Junto a la Reina nueva se vieron. Los confines
Del mar llenó el grandioso clamor; el universo
Sintió que un hombre harmónico sonoro como un verso
Llenaba el hondo hueco de la altura; ese hombre
Hizo gemir la tierra de amor: fué para el hombre
Más alto que el de Jove: y los númenes mismos
Lo oyeron asombrados; los lóbregos abismos
Tuvieron una gracia de luz ¡Venus impera!
Ella es entre las reinas celestes la primera,
Pues es quien tiene el fuerte poder de la Hermosura.
¡Vaso de miel y mirra brotó de la amargura!
Ella es la más gallarda de las emperatrices;
Princesa de los gérmenes, reina de las matrices,
Señora de las savias y de las atracciones,
Señora de los besos y de los corazones.


EUIRITO

¡No olvidaré los ojos radiantes de Hipodamia!

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