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Padre celestial perdían el compás; las Vírgenes, en vez de mirar los papeles de los cantos, leían los libritos, con lo que desafinaban y desentonaban, y el mismo cerdo del viejo Antonio empezó a gruñir y a retorcer la cola.

—Yo estaba corrido: veía que todos me señalaban con el dedo y se reían. Zarathustra, sin embargo, el grave Zarathustra no se reía. Con una altivez que me humilló me reprendió de esta manera:

"Y ¿es hijo tuyo, ese que pretende que mi religión es pagana y que yo soy pagano? ¿Han degenerado de tal manera tus hijos? ¿Han confundido con la idolatría y el politeísmo mi religión pura, la religión matriz de las religiones más perfectas? No saben ya que paganismo viene de la palabra pagani, habitantes de los campos, que fueron los que se conservaron más fieles al politeísmo griego y romano? Me dirás que no saben latín, pues bien ¡que hablen más modestamente! Díles entonces que Paganus viene de pagus, de donde se derivaron las palabras pagés, payes, paien, paese, país, etc.; díles a esos infelices que la religión del Zend-Avesta jamás fue profesada por los campesinos del pueblo romano; díles que mi religión es monoteísta, más monoteísta aún que la católica apostólica romana, quien no sólo aceptó mi dualismo, sino que ha divinizado varias criaturas. Díles que el Paganismo en su sentido más lato y corrompido sólo significó politeísmo; que ni mi religión ni la de Moisés ni la de Mahoma, fueron jamás religiones paganas. Díles que lean tus obras en donde a cada paso hablas de los Pagani; repíteles lo que dijiste hablando de la religión de los Maniqueos, hija corrompida de mi doctrina, profesada por tí, y que ha influido en tus obras, influye aún en tu religión y que un tiempo hizo vacilar la iglesia romana. Sí, yo he puesto el principio del mal enfrente del principio del bien: Ahura-Mazda, el Dios, pero esto no es admitir dos dioses, como dijiste muy bien: hablar de la salud y de la enfermedad, decías, no es admitir dos saludes. ¿Y qué? no me han copiado ellos mi principio del mal en Satán, el príncipe de las tinieblas? ¡Díles que si no saben latín, que estudien al menos las religiones, ya que les es imposible conocer la verdadera religión!"

—Así habló Zarathustra o Zoroastro; pero ¿y Voltaire? Voltaire que supo lo que contabas de su muerte se me acerca, y con fina sonrisa me estrecha la mano y me da las gracias.