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LOS VIAJES[1]


¿Quién es el que no ha viajado? ¿Quién no ama los viajes, si son el sueño de la juventud al sentir por primera vez la conciencia de la vida, si son un libro para la edad madura, cuando el ansia de saber ocupa el espíritu, y, en fin, son el último adiós del anciano cuando se despide del Mundo para emprender el más misterioso de los caminos?1

El viaje es un capricho en la niñez, una pasión en el joven, una necesidad en los hombres y una elegía en los ancianos.

No leais a los niños el Robinson ni el Gulliver,2 si no quereis que os abrumen con preguntas acerca de esos países, cuyos encantos hicieran su imaginación sensible; no pinteis a los jóvenes las emociones, las peripecias, las aventuras en países extraños o desconocidos; quitad de sus ojos Julio Verne, Mayne Reid,3 porque sino, turbareis sus noches, y agregareis a sus nacientes deseos, múltiples y vehementes ya, otro aún que les haga sufrir la sujeción o la modestia de su fortuna. ¡Hay tanto atractivo en las desconocidas maravillas, tanta seducción en la contemplación de la naturaleza!

Es tan innato en el hombre el deseo de viajar como el saber, que no parece sino que la Providencia lo ha puesto en cada uno de nosotros, para que aguijoneados por él estudiemos y admiremos sus obras, nos comuniquemos y fraternicemos los que nos hallamos separados por las distancias, y unidos formemos una sola familia, aspiración de todos los pensadores.4

Para esto ha hecho al hombre cosmopolita, ha creado los mares para que los navíos se deslicen sobre su movible lomo, los vientos para impelerlos e impulsarlos, y las estrellas para guiarlos aún en la noche más obscura, el río que atraviesa diferentes regiones; ella ha abierto en las peñas, gargantas y caminos, echado puentes, dado al árabe para los grandes desiertos el camello, y al habitante de los polos el reno y el perro para arrastrar sus trineos.


  1. Publicado en La Solidaridad, 15 de mayo de 1889. Esta pieza literaria escribió Rizal en 1882 para el Diarong Tagalog, en Manila, pero no se publicó por la muerte de éste.

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