firiéndose a ella, dice que "es un ay desgarrador que debe recogerse, tanto más cuanto que la sincera expresión del sentimiento es lo que más abunda en la poesía americana".
De propósito hemos incluído a continuación de Quejas la titulada A mis enemigos para que el lector se convenza de que en ambas poesías vibra una misma alma a impulso de la pasión amorosa y de la dignidad ultrajada por innobles enemigos. Se ha puesto en duda, no sabemos con qué fundamento, la filiación de esta conmovedora composición, sin que haya faltado alguien que la atribuya a Don Vicente Piedrahita; pero el muy ilustrado y erudito Don Juan León Mera, tan conocedor de nuestra literatura, la prefirió para insertarla en la Antología de poetas ecuatorianos como obra de Doña Dolores.
En La noche de mi dolor hemos suprimido las dos últimas estrofas que aparecen en las ediciones anteriores, y en las cuales se anuncia el suicidio, porque el Dr. D. Antonio Marchán, que la publicó por primera vez, declaró ser el autor de este aditamento, en el juicio que se siguió en el tribunal eclesiástico de Cuenca, para reivindicar la memoria de la infortunada escritora.
En esta causa célebre intervino como abogado defensor el notable juriconsulto