Página:Problemas del diccionario castellano en América.pdf/8

Esta página ha sido corregida
— 9 —

es decir, el análisis científico de los medios de que se sirven los que hablan castellano para formar frases, comunicaciones, con las palabras, que expresan los conceptos de toda la civilización moderna, sino que le corresponde también el estudio sistemático de este tesoro de las voces conceptuales, que se junta en los diccionarios de la lengua. Yo mismo me he ocupado durante muchos años en el estudio de un grupo especial de las palabras chilenas, y en 1910 concluí provisoriamente mi Diccionario etimológico de las voces chilenas derivadas de lenguas indígenas americanas.

En el prólogo y la introducción de ese libro he tratado detenidamente de muchas cuestiones generales del Diccionario español que tendré que repetir en parte hoy, porque deseo hablar de «problemas del Diccionario castellano en América».

§ 2. Nos preguntamos ahora, ¿para qué se consulta un diccionario de la lengua patria? Es un hecho curioso que en Alemania nunca habia visto que un hombre culto, a no ser que fuera un filólogo germanista, consultara un diccionario de la lengua alemana. Existen varios, aun muy grandes, pero no son obras populares. Me chocó, de consiguiente, cuando al llegar a Chile veía que en la oficina del Instituto pedagógico había un Diccionario de la lengua castellana, naturalmente el de la Real academia, que era consultado con frecuencia por los empleados y los profesores chilenos. ¿Qué buscaban ahí? A veces no era más que la correcta ortografia; pero otras veces se trataba de discusiones sobre la cuestión de si tal palabra era buena, castiza, o si era un «vicio de lenguaje», porque no aparecía en el Diccionario oficial.

La única razón plausible para consultar un diccionario de la lengua patria, según mi opinión, sería que en la lectura de algún libro, sea novela u obra científica de cualquier especie, se encontrara una palabra cuyo significado no se comprenda bien. Se tratará de