"Tenfa diez y siete años y estaba terminando mis estudios de filosofía en Amiens, donde me enviaron mis padres, que son de una de las me jores familias de P. Llevaba una vida tan tranquila y morigerada, que mis maestros me ponían por ejemplo en el colegio; y no es que yo hiciese esfuerzos extraordinarios para merecer estos elogios, sino que tengo un carácter por naturaleza dulce y tranquilo; me aplicaba en el estudio, y me atribuían, como virtud, cierto instinto de aver sión al vicio. Mi nacimiento, el suceso en mis estudios y algunas prendas exteriores, me dieron a conocer y me granjearon la estimación de las gentes honradas de la ciudad.
21 Terminé los ejercicios públicos con tan unánime aprobación, que el señor obispo, que los presenció, me propuso entrar en el estado eclesiástico, en el cual, según él, podría distinguirme más que en la Orden de Malta, a la que mis padres me destinaban. Ya me hacían llevar la cruz con el nombre de caballero Des Grieux. Próximas las vacaciones, me disponía a volver con mi padre, que me había prometido enviarme en seguida a la Academia.
Mi único sentimiento al dejar Amiens era separarme de un amigo, con el cual estaba íntimamente unido. Tenía algunos años más que yo. Nos habíamos educado juntos; pero como el orden económico de su casa era menos que mediano, vefase obligado a tomar el estado eclesiástico y a quedarse en Amiens cuando yo me marché
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