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Y puso el colmo á la, honra de sus armas;
Yo pues, que curé pronto heridas nuevas,
Daré á mal viejo medicina tarda;
Para que apagues el reciente incendio,
Y el que durando dilató sus llamas.
Cuando el furor de amar está en su lleno
Es forzoso ceder. A toda entrada
Resiste siempre un ímpetu violento.
Necio aquel que cortar pudiendo el agua
Con ceder algun tanto á su corriente,
La fuerza arrostra, y al contrario nada.
Pero sufrido el ánimo se altera,
Si le dan documentos, y con rabia
Mira el aviso de quien le aconseja.
Mejor es empezar, cuando su llaga
Deja tocar, y está para escucharnos.
¿Quién sino un loco reprimir tentara
Entre los funerales de algun hijo
El llanto de su madre? No: dejadla;
Que campo habrá de moderar su pena,
Cuando quede llorando desahogada.
Arte del tiempo solo es á mi juicio
La medicina á tiempo, el vino sana;
Y tomado á mal tiempo mata el vino.
Hay más, que si á su tiempo no se aguarda,
Con la prohibicion se irrita el vicio.
Llegando pues el dia en que ya el alma
Pueda seguir mis reglas, lo primero
Sea del ocio huir con vigilancia:
El ocio cria amor, y lo conserva,
Él causa y él fomenta un mal que agrada;
Quítese el ocio, y luego de Cupido