Página:Poesías de Garcilaso de la Vega (1919).pdf/9

Esta página ha sido corregida

ÉGLOGA PRIMERA



AL VISORREY DE NAPOLES

El dulce lamentar de dos pastores,
Salicio juntamente y Nemoroso,
he de contar, sus quejas imitando;
cuyas ovejas al cantar sabroso
estaban muy atentas, los amores,
de pacer olvidadas, escuchando.
Tú, que ganaste obrando
un nombre en todo el mundo,
y un grado sin segundo;
agora estés atento, sólo y dado
al ínclito gobierno del estado
albano; agora vuelto a la otra parte,
resplandeciente, armado,
representando en tierra el fiero Marte;
agora de cuidados enojosos
y de negocios libre, por ventura
andes a caza el monte fatigando
en ardiente jinete, que apresura
el curso tras los ciervos temerosos,