VIII.
Fiero dolor, que alegre alma y segura
Hacer pudieras triste y temerosa,
¿Cómo con mano larga y enojosa
Derramas sobre mí tanta dulzura?
No siente otro descanso, ni procura
Mayor deleyte el alma congojosa,
Que abrir la vena fértil y abundosa
Al llanto, que me da mi desventura. Y
Por tí le alcanza; que tu sombra encubre
La causa de mis lágrimas apénas
Confiada á mi mismo pensamiento.
Mas solo he de llorar las que van llenas
Del fuego que me abrasa, y se descubre
Que nacen de mas áspero tormento.
IX.
Breves pasos, que al pie flaco y cansado
Sois de largo dolor áspera via,
Por la triste memoria de aquel dia,
Que mi mas claro sol hizo nublado:
Si desden fiero en corazon trocado
Quando mas viva y verde florecia
Mi esperanza esparciendo escura y fria
Niebla, la ha seca y sin vigor dexado:
Y en el menor de vos mil sombras veo
De mi gloria al primer punto perdida,
Bien es razon que os riegue con mi llanto
Volvedme, si podeis, mi usado canto,
O llevadme con él junto el deseo,
La memoria, los ojos, ó la vida.