II.
Déxame en paz, amor: ya te dí el fruto
De mis mas verdes y floridos años;
Y mis ojos ligeros á sus daños
Pagáron bien tu desigual tributo.
No quiero agora yo con rostro enxuto
Sano y libre cantar mis desengaños;
Ni por alegres y agradables paños
Trocar tu triste y congojoso luto.
En llanto y en dolor preso y cargado
De tus antiguos hierros, la jornada
Quiero acabar de mi cansada vida:
Mas no me dés, amor, nuevo cuidado,
Ni pienses que podrá nueva herida
Romper la fe, que nunca fué doblada.
III.
Paso en fiero dolor llorando el dia;
Y quanto crece él mas, crece mi llanto:
El dolor nó; porque ha llegado á quanto
Cruel fortuna, ó hado injusto envia.
Viene la noche, y pienso ó que encubria
El dia mi mal, ó que jamás fué tanto:
Doblo el llorar, y caigo en tierra en tanto
Sin el vigor que en pie me sostenia.
Allí mis ojos lagrimosos cubre
Amargo sueño; y aunque el llanto cesa,
Acrecienta el dolor sueño tan triste:
Rompole, y torna: en esto el sol descubre
Su rostro, y baño el mio en esta espesa
Lluvia, que tú, cruel Fili, me diste.