Página:Poesías de Evaristo Carriego.djvu/264

Esta página ha sido corregida
252
Evaristo Carriego.

de la tarea diaria, que no es paca,
comienzan a sentirse algo pesadas
las hacendosas manos
de la tía soltera que medita,
evocando memorias de lejanos
noviazgos de muchacha, mientras quita
las rojas iniciales de una toalla
recién planchada, al lado
de la lámpara fiel cuya pantalla
amortigua la luz.
Casi acostado
en el sillón el hijo mayor fuma
su tercer cigarrillo
y cerca uno de los chicos suma
de nuevo el resultado de un sencillo
problema de aritmética.
En la suave
paz que envuelve la pieza
viene, a intervalos, el recuerdo grave
a conturbarlos. Reina una tristeza
pensativa.
La charla continua
como sin ganas, lenta, displicente,
sobre el mal tiempo. Afuera, la garúa
cae en el patio despaciosamente.