Vela un momento, y cuando tengas
el corazón bien en reposo
duerme como no duermes hace
mucho: con un sueño de plomo.
La última noche de novia...
Llegó pronto, ¿verdad? Mañana
adiós cuartito de soltera,
adiós camita, adiós almohada
del sueño lejano y querido
que no volverá...
¿Te sorprende
pensar en eso? Tan sereno,
tan dulce que ahora parece.
¡Por fin vino el novio! Fué larga,
muy larga la espera, ¿recuerdas?
pasaban los años y... nada,
ninguno... ¡Quedarte soltera!
¡Ay! bien lo temías.
En vano
los tiernos coloquios. ¡Qué rabia!
aquellas preguntas del primo,
¡torpe, ciego!
— ¿Cuándo te casas?
Por fin vino el novio, y por fin
la última noche de novia.
Llegó pronto, ¿verdad? ¡Tan pronto!
Mañana, mañana...
¡Bah! ¿Lloras?
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Evaristo Carriego.