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Misas Herejes.

florecerán los pámpanos gloriosos,
i cómo una exuberante
fiesta de las vendimias, festejada
con la copa risueña y desbordante
sobre el Hastío agobiador alzada!

Los viejos bebedores,
musitarán responsos doloridos,
en sus báquicos salmos gemidores,
escuchando el sermón de los vencidos;
y, taciturnos, llenos de unción, bajo
la santidad de los recuerdos fíeles,
mojarán el hisopo de un andrajo
en la sangre mortal de los toneles,
para rociar mi caja
con sus tenues esencias vaporosas,
cuya embriaguez irá hasta mi mortaja
cubierta de racimos y de rosas.
Después urdiendo extraños sacrificios,
muy quedo, acaso, seguirán mi entierro
las Brujas como en Sábados de oficios;
y más tarde, por último, algún perro
lunático, burlón o visionario,
— feroz amante de las cosas bellas
desde un negro escondrijo solitario
ladrará el epitafio a las estrellas!