Página:Poesías de Evaristo Carriego.djvu/140

Esta página ha sido validada
128
Evaristo Carriego.

del harapo y de la llaga,
silenciando la inconsciente repulsión a lo maldito..
Alentadas bizarrías
de muchacha sensiblera,
que presume ingénuamente
de Manon arrabalera,
suavemente flagelada por las sedas del Delito.

Cortesana de suburbio,
que se sabe mustia y vieja
y olvidar quiere los hondos
desconsuelos de su queja,
palpitante, en su derrota, por la última aventura,
que, al cruzar los barrios bajos
en la tarde de la cita,
va creyendo ser la triste,
la incurable Margarita
que abandona con la muerte su romántica locura.

Torturada visión breve
del amor de una heroína
del prostíbulo y la cárcel:
Roja flor de guillotina,
que ha soñado con un novio que la finge una azucena:
Con un blondo Nazareno
que la mueve a inevitable
santa senda arrepentida,