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Á la muerte
DEL POETA ADOLFO BERRO.
Cuando del orbe se despide el dia
Y envuelve en su crespón la noche al suelo,
Cual plegaria de amor que sube al cielo
Se oye vaga vibrar una armonia:
Y la mano de cruel melancolía
Vierte en el pecho inconsolable duelo,
Que un alma de poeta en raudo vuelo
La muerte ufana á su Hacedor envia.
Asi de Berro al escuchar el canto
Que al réprobo y al triste en sus dolores
Esperanza y alivio deparaba;
Vieron mis ojos con amargo llanto
Ruiseñor que muriendo entre las flores
Suspiros de pasion al aire daba.
Núm. 853 del «Nacional».
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