Página:Poesías (A. Berro).djvu/21

Esta página ha sido validada
— 13 —

conseguir, sin mucho esfuerzo, que le confiase sus poesias. Consintió en ello al fin y en que se mostrasen á D. Florencio. A esto se debe su publicacion, hecha por este último, y los elojios que decidieron la vocacion de Berro á este género de literatura. Su modestia natural no conocia límites; era una de las cualidades que mas lo distinguian, y tanto, que en unos exámenes de derecho, el presidente del acto, Dr. D. Julian Alvarez, creyó que debia hacer de ella pública recomendacion.

Adolfo se sentia morir: se sentia hundir en el sepulcro y esclamaba:

Morir! sin que entre el polvo los tiranos
Haya visto en el mundo de Colon,
Demandando al Eterno en mis plegarias
Para los abatidos el perdón!

El cielo lo habia decretado de otra suerte: en la noche del 28 al 29 de Setiembre de 1841, las puertas de la eternidad se abrieron para recibirlo, dejándonos en el suelo las hojas de este libro, á que vamos á contraer nuestra atencion.

Una grave cuestion se nos ofrece desde luego: oimos hablar frecuentemente de la literatura nacional ¿existe? — ¿ha podido existir?

Si la literatura es la espresion de la sociedad, como desde Bonald acá se ha repetido de tantos modos, será necesario que nos demos cuenta del