Página:Poétas bucólicos griegos (1880).pdf/93

Esta página no ha sido corregida
9
Idilio I.

Los lobos y los linces doloridos
Con lúgubres aullidos
Vinieron á llorar á Dáfnis muerto:
Y áun el leon furioso
Que habita el bosque umbroso
Uniria sus lágrimas de cierto.
¡Musas del alma mia!
Empezad una agreste melodía.
¡Cuántas vacas y cuántas
Terneras á sus plantas
Vinieron á verter amargo lloro!
No hubo becerro ó toro
Que á su dolor extraño
Permaneciera mudo en el rebaño.
¡Musas del alma mia!
Empezad una agreste melodía.
Mercurio fué el primero
Que del monte bajó. Con lastimero
Acento, «Dáfnis (dijo),
¡Oh Dáfnis, mi buen hijo!
¿Quién así te desgarra carnicero?
Díme: quién es la dama
Cuyo funesto amor así te inflama?>>
¡Musas del alma mia!
Empezad una agreste melodía.