LXXVIII
Llegó al Peloponeso á tiempo que se celebraban los juegos Olympicos, en donde encontró á su amigo Dion, y le refirió todos los procedimientos de Dionisio. Dion mas ofendido de las injurias que recibió Platón, y del riesgo á que estuvo expuesto, que de todas las injusticias hechas á su persona, juró que habia de tomar venganza. Platón hizo quanto pudo por disuadirle, pero viendo que eran inútiles sus esfuerzos, le predixo todas las desgracias que iba á causar, y le manifestó que no esperase de él ni socorros, ni consejos; y pues que habia tenido la honra de ser conmensal de Dionisio, de alojarse en su palacio, y tener parte en los mismos sacrificios, se acordaria siempre de los debéres á que esto le obligaba; y que para cumplir tambien con la amistad de Dion, estaria neutral, siempre pronto á hacer los oficios de buen mediador para reconciliarles. Dion juntó algunas tropas, pasó a Sicilia, destruyó la tiranía, arrojó al tirano, y restituyó la libertad á su pátria; pero son bien sabidos los males que acarreó esta empresa, habiendo sido asesinado á la postre