paso, haciendo frente al enemigo, hasta que viendo del caballo y cubierto de sangre á Xenophonte, le levantó, le puso sobre sus hombres, y le llevó hasta dexarle á cubierto de la persecucion de los vencedores.
Concluida la expedicion se volvio Sócrates á Atenas, donde encontró que los sofistas, los sacerdotes, y los oradores, aprovechándose de su ausencia, habian formado contra él un partido considerable. El famoso Aristóphanes, infame poeta cómico ganado por esta faccion, fué el primero que para sondear las disposiciones del pueblo, se atrevió á desacreditarle en la comedia llamada las Nubes. Sabiendo el filósofo que se habia de representar, aunque solo concurria á las tragedias de Eurípides, se fué al teátro para ser espectador de esta pieza. Á pesar des notorio desprecio y burla que en ella se hace de su carácter, no se le escapó la menor señal de descontento; ántes al contrario dió una prueba rara de la bondad de su corazon. Habia algunos extrangeros que tenian ansia por saber quien era este Sócrates de quien se hablaba en toda la pieza,