Página:Platón - La República (1805), Tomo 1.djvu/345

Esta página ha sido corregida
(259)

oval, tiene en todas sus partes igual la superficie, en la qual ni hay principio, ni medio, ni fin. Y aún entendiendose este medio respeto de la tierra habitable, tampoco tiene esto facil salida; pues aunque en el Occidente tengamos un término cierto, no puede fixarse ninguno por los lados del Oriente, Mediodia y Septentrion. Recurrieron pues á la fábula, fingiendo que Júpiter para averiguar donde estaba el medio de la tierra, despachó á un tiempo dos aguilas, una ácia el Oriente, y otra ácia el Occidente, las quales volando sin cesar se juntaron en Delphos, en cuyo templo se conservaban dos aguilas de oro en memoria de este acontecimiento. Parecida es á esta opinion de los griegos la de los judíos y christianos antiguos, que creyeron lo mismo de Jerusalén, y del monte Calvario: siendo ésta mas arreglada y conforme a las razones geométricas que se toman por los grados, de los quales se numeran cerca de 60 de Jerusalén hasta la España ulterior límite del Occidente, y otros tantos hasta el rio Ganges terino de la India citerior, conocida desde la expedición de Alexandro: quando la Phocida está separada de la Palestina 20 grados ácia el Poniente. Confirman esta opinion, de los judios Kinchi, con aquello de Ezequiel cap: 38 y XX habitantes in umbilico terrae y de los christianos San Geronimo por aquello del Salmo 74 y 12. Operatus est saloten in medio terrse y coruentando lo del cap de Ezequiel y 5 ista est Jerusalem: in medio gentian posui eam et in circuito ejus terras, dice este lugar atestigua el Profeta que Jerusalén estña situada en medio del mundo, demostrando que ella es el ombligo de la tierra: por quanto de parte de Oriente la ciñe el Asia, por Occidente la Europa, la Libia y Africa por el Mediodia, y por el Septentrion la Scytia, Armenia y Persia y todas las naciones del Ponto. De consiguiente en medio de las gentes a fin que como eran conocido Dios en la Judea, y grande su nombre en Israel, todas las naciones al rededor siguiesen sus exemplos. Y en favor de esta pia interpretación no debe despreciarse la antigua opinion de la Iglesia, de que Jerusalen esta en medio del mundo y de