mas prácticos, que olvidados unos de su pretendida filosofía, y otros de la religion que profesaron por seguir tan detestable máxima, hayan acarreado tantos males á los hombres, y sido causa de daños tan graves en las sociedades.
(50) Profesion del pastor. Así lo dice Jesu-Christo eu el cap. 10. de San Juan v. 11. que el buen pastor dá la vida por sus ovejas: pero los malos, cuyas condiciones se expresan en el capítulo 34. de Ezequiél con decir, que no se ocupan de otra cosa que de comerse la leche de sus ganados, cubrirse con sus lanas, y matar las reses mas gordas, y en una palabra de apacentarse á si mismos; no son tenidos por pastores, sino por mercenarios, que solamente tienen en vista su propia utilidad, lo que se opone al cargo de verdadero y legítimo pastor.
(51) Gustosos de mandar. Es muy de temer que los que se encaran de los empleos no solo con gusto, sino que los apetecen con ansia y se los procuran á toda costa y por todos medios, no desempeñen como es debido su obligacion, ni se hagan acreedores á los honrosos títulos con que son condecorados; y de consiguiente que los oficios se hallen mal servidos y peor gobernados los pueblos puestos á su cuidado. Por esta razon dispuso el Señor que para el gobierno de su Iglesia, desechados los entremetidos, fuesen elegidos los buscados y llamados como Aaron: acreditando la experiencia los buenos efectos de esta sábia disposicion en lo eclesiástico y civil, siempre que se observó con puntualidad, y al contrario los trabajos y desastres que cargaron sobre los pueblos, quando fué descuidada.
(52) Hombre de bien. Es cierto que para el hombre de luces, honrado é instruido no puede haber mayor ni mas cruda pena que la de verse gobernado por un necio é injusto, que sin preveer inconvenientes y atropellando por qualesquiera medios se arroja á cometer toda especie de violencias.
(53) Malignidad. Κακοήθεια , malignidad de carácter, opuesta á la εὐήθεια, bondad de carácter, y al