de las diversiones y placeres, ocupado enteramente en engrandecer á Aténas, dándole el imperio del mar. Por sus cuidados se estableció el puerto Pireo, y se destinaron fondos para construir navíos todos los años, debiéndose á su profunda habilidad la interesante y gloriosísima victoria de Salamina. Fueron mal recompensados sus servicios, pues levantándose intrigas contra él, fué desterrado por la ley del ostracismo; y errante de una en otra parte, vino á refugiarse al rey de Persia, que le colmó de bienes y quiso confiarle el mando general de sus exércitos. El buen atenienese no queriendo guerrear contra su pátria, ni disgustar tampoco á Artaxerxes se enveneno á si mismo el año 464 ántes de Jesu-Christo, á los 63 años de edad.
^(19) Riquezas. Las medianas comodidades y moderado afecto de las riquezas es otro de los fundamentos de la felicidad de las repúblicas. Donde reyna esta moderación por pobre que sea un estado, todos tienen con que vivir, son mejores ciudadanos, y se observa más regularidad en las costumbres. Los extremos de abundancia en los unos y escasez en los otros, son ocasión de infinitos males en la república, excesos en la comida, bebida y vestido, disolución en las acciones, dureza con los miserables, y en estos por su profundo abatimiento, sordidéz en toda su conducta, hurtos, latrocinios, envidias y rebeliones originadas de la poca ó ninguna unión de unos con otros.
^(20) Pindaro. Príncipe de los poetas lyricos, nacido en Thebas en la provincia de Beocia, ácia el año 500 antes de Jesu-Christo. Aprendió el arte de hacer versos de Laso de Hermiona y de Myrtis dama griega. Compuso gran número de poesías de las quales no nos quedan mas de sus odas, en que celebra á los que en su tiempo habían conseguido el premio en los quatro juegos solemnes de los griegos, Olympicos, Istmicos, Pythicos y Nemeos. Alexandro tuvo en tanta veneracion la memoria de este gran poeta, que en la destruccion de Thebas conservó su casa y familia. No fué tenido en ménos consideración miéntras vivía, pues condenado á una mul-