en el hombre es la misma que en la república? Glauc. Me parece que no. Soc. Si nos quedase aún alguna duda sobre esto, nosotros la desvaneceremos, exâminando las conseqüencias de la doctrina precedente. Glauc. Quáles son estas conseqüencias? Soc. Por exemplo, si se tratase respecto de nuestra república y del particular formado sobre su modelo por la naturaleza y por la educacion, de exâminar entre nosotros si este hombre podria convertir en provecho suyo un depósito de oro ó de plata; pensais vos que hubiese alguno que le creyera otro tanto ó mas capaz de una accion tal que aquellos que no se criaron de este modo? Glauc. Yo no lo pienso. Soc. No seria igualmente incapáz de despojar los templos, de robar, de hacer traicion al estado, ó á sus amigos? Glauc. Sí lo sería. Soc. Y de faltar de ningún modo á sus juramentos y á sus promesas? Glauc. Cómo es posible? Soc. El adulterio, la falta de respeto a los padres y de piedad para con los dioses, son aún delitos que á cualquier otro convienen mas que á éste. Glauc. En efecto es asi. Soc. La causa de todo esto, no es la subordinacion establecida entre las partes de su alma, y la aplicacion de cada una de ellas á cumplir sis obligaciones, unas de mandar y otras de obedecer? Glauc. No puede ser otra. Soc. Pero conoceis vos alguna otra virtud que la justicia que pueda formar hombres y repúblicas de este carácter? Glauc. En verdad que no. Soc. Ahora pues vemos con toda
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