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duda. Soc. Pero vos no encontrareis en ella deseos sencillos y moderados, fundados sobre opiniones justas y gobernadas por la razon, sino en muy pocos, y estos de aquellos que juntan á un buen natural una excelente educacion. Glaucon Verdad es. Soc. Mas no veis vos al mismo tiempo que en nuestra ciudad los apetitos y las pasiones de la multitud, que es la parte inferior del estado, son refrenadas por la prudencia y los deseos del pequeño número, que es el de los sábios? Glauc. Yo así lo veo. Soc. Si pues de alguna sociedad puede decirse que es señora de sí misma, de sus placeres y de sus pasiones, debe particularmente decirse de ésta. Glauc. No tiene duda. Soc. Y que por esta razon ella es templada; no es así?. Glauc. Es muy cierto. Soc. Y si en qualquier otra sociedad que sea, se tiene una idéa justa de los que deben mandar, y de los que son nacidos para obedecer, esta idéa se encuentra tambien en la nuestra. Qué os parece? Glauc. Yo no lo dudo. Soc. Quando los miembros pues de la sociedad están dispuestos de este modo, en quiénes direis vos que reside la templanza? en los que mandan, ó en los que obedecen? Glauc. En los unos y en los otros. Soc. Vos veis ya que nuestra conjetura estaba bien fundada, quando hemos comparado la templanza á una cierta armonía. Glauc. Por qué razon? Soc. Porque no se verifica en ella, lo que en la prudencia y en la fortaleza, que no se encuentra cada una sino en una parte del estado, y le hacen con

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