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aquí, mi amado Adimanto, ni es tanto, ni tan grande como podria imaginarse alguno; pues al cado no es nada, si como suele decirse, observasen un solo punto, el único grande, ó mas bien en vez de grande, el único suficiente. Adim. Quál es este punto? Soc. La educacion de la juventud y ciranza de la niñez: porque si nuestros ciudadanos son bien criados, y llegan á ser ellos hombres de bien, discernirán fácilmente por sí mismos la importancia de todos estos puntos y de otros muchos que omitimos al presente, como lo que mira á las mugeres, al matrimonio y á la procreacion de los hijos: ellos verán, digo yo, que segun el proverbio, todas estas cosas deben ser comunes entre amigos (3). Adim. Esto seria perfectamente bien hecho. Soc. En una república todo depende del principio. Si ella empezó una vez bien, ella irá siempre engrandeciendose bien como el círculo (4). Una buena educacion forma bellos naturales: los hijos caminando desde luego sobre las huellas de sus padres llegan bien pronto á ser mejores que aquellos que les precedieron, y entre otras ventajas tienen la de engendrar hijos que les exceden á ellos mismos en mérito, como sucede en los otros animales. Adim. Esto es muy regular. Soc. al fin, por decirlo todo en dos palabras, los que estén al frente de nuestra república, veralán con gran cuidado, para que la educacion se conserve en toda su pureza; sin permitir que se innove nada tocante á lo dispuesto sobre la