las fuerzas: como hacen los otros atletas, que no atienden sino á esto , y no guardan régimen , ni se exercitan en los trabajos , sino para hacerse mas robustos. Glauc. Muy bien. Soc. Creeriais vos, mi amado Glaucon, como otros muchos se lo imaginan , que la música y la gymnástica hayan sido establecidas, la una para formar el alma , la otra para curar el cuerpo? Glauc. Por qué me haceis esta pregunta? Soc. Es que me parece que la una y la otra fueron establecidas principalmente para el alma. Glauc. Cómo es esto? Soc. Habeis vos advertido la disposicion del ánimo en aquellos que se han aplicado toda su vida solamente á la gymnástica ó á la música? Glauc. De qué disposicion hablais. Soc. De Aquella por la qual los unos son duros y feroces , los otros blandos y afeminados. Glauc. Yo he notado que los que se dán puramente á la gymnástica contraen por lo comun mucha ferocidad , y los que no han cultivado sino la música son de una molicie que no les hace honor. Soc. Con todo , esta ferocidad no puede venir sino de un natural ardiente y fogoso , que bien cultivado produciria el valor y grandeza de alma; pero que si se agria mas de lo que es debido , degenera infaliblemente en dureza y brutalidad. Glauc. Así lo creo. Soc. Y la dulzura no es señal dé un carácter filósofo? La qual si la relaxais demasiado , se convierte en molicie; mas si se la cultiva como es debido , en urbanidad y modestia. Glauc. Esto es cierto. Soc. Nosotros pues
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