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su juventud parecen necios, y fácilmente son seducidos por los artificios de los injustos, como que nada observan en sí de lo que pasa en el corazon de los malos. Glauc. Es verdad que les sucede á menudo el ser engañados. Soc. Segun esto para que uno sea buen juez no conviene que sea jóven, sino anciano , que haya aprendido tarde lo que es la injusticia, que la haya estudiado por mucho tiempo no en sí mismo , sino en los otros , y que distinga el mal del bien, mas por el conocimiento y la reflexion , que por su propia experiencia. Glauc. Es cierto que un juez de este carácter seria muy hábil. Scc. Sin duda; y ademas seria buen juez, que es lo que vos me pediais. Porque el que tiene el alma buena , es bueno. Pero las gentes sagazes y maliciosas , consumadas en la injusticia , y que se tienen por hábiles y sábias, solo se manifiestan astutas quando tratan con otras sus semejantes, porque su propia conciencia les advierte que estén alerta contra ellas. Mas quando se hallan con gentes de bien , avanzadas ya en edad , entonces se descubre su carácter fátuo y malvado en sus desconfianzas y sospechas fuera de propósito, y se vé que ellos ignoran lo que es la rectitud y la franqueza , por no tener en si mismos un modélo de estas virtudes , y que si pasan mas por. hábiles que por ignorantes á sus ojos y á los del vulgo, es porque tratan mas con los malos que con los hombres de bien. Glauc. Esto es una verdad. Soc. No debemos pues buscar un juez de