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Soc. Guardemonos bien de creer tampoco, ni aún permitir que se diga, que Theseo hijo de Neptuno, y Pirithoo (10) hijo de Júpiter, formaron el designio del atroz rapto que se les atribuye, ni que ningun otro hijo de los dioses, ningun héroe haya sido osado de cometer las, crueldades é impiedades de que son acusados con mentira. Y obliguemos á que reconozcan los poetas que los héroes ó jamás han incurrido en semejantes acciones, ó si las cometieron, no fueron ellos de la raza de los dioses : pero nunca les permitamos que digan que son A un tiempo hijos de los dioses y culpables de tales delitos; ni que emprendan persuadir á nuestros jóvenes, que los dioses han hecho algunas cosas malas, y que los héroes en nada se aventajan á los meros hombres. Porque como deciamos mas arriba esta especie de discursos ni son ciertos, ni religiosos, y hemos manifestado ser imposible que los dioses sean autores de mal alguno. Adim. No puede ménos. Soc. Añadamos aún que los tales discursos son muy nocivos á los que los oyen. Porque qué hombre no justificaria á sus ojos su maldad, estando persuadido que él no hace sino lo que hacian y hacen los hijos de de los dioses, parientes del gran Júpiter, cuyo altar á Júpiter patrio se levanta en los ayres sobre la cima del monte Ida, y cuya sangre corre aún en sus venas. Por todas estas razones se han de ahuyentar de nuestra ciudad semejantes ficciones, no sea que ellas engendren en nuestra juventud