Página:Platón - La República (1805), Tomo 1.djvu/191

Esta página ha sido corregida
(105)

pelígroso que sean oidos en qualquier edad que sea, de aquellos que deben estár libres de todo temor, y preferir la muerte á la esclavitud. Adimant. Teneis muchísima razon. Soc. Borraremos aún todos estos nombres odiosos y formidables del Cocyto y de la Estigia, de manes y de infiernos, y otros semejantes que hacen tiritar á los que oyen pronunciarlos. Acaso tienen ellos su utilidad para otros fines (4); pero nosotros tememos que el horror que ellos inspiran, no resfrie y enmollezca demasiado el valor de nuestros guerreros. Adim. Es muy bien fundado este temor. Soc. Luego los quitaremos. Adim. Ciertamente. Soc. Y nos serviremos, sea ya de palabra, ya por escrito, de expresiones todas contrarias. Adim. Es evidente. Soc. Cortemos tambien estos lamentos y pesares, que se ponen á veces en boca de hombres grandes. Adim. Esta es conseqüencia necesaria de lo que acabamos de decir. Soc. Veamos pues si la razon autoriza ó no este cercenamiento. No es verdad que el sábio no mirará la muerte como un mal, respecto de otro sábio su amigo? Adim. Esto es cierto. Soc. No llorará pues sobre él, como si lo hubiese acaecido alguna cosa funesta. Adim. Por cierto que no. Soc. Nosotros decimos tambien que si hay algun hombre que pueda estár satisfecho consigo mismo y no necesite de los demas hombres para ser feliz, éste sobre todos es el sabio (5). Adim. No hay cosa mas cierta. Soc. Luego para él no será una desgracia perder un hijo,