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Adimant. Esto es mucha verdad. Soc. Á causa de esto dixe, que debia empezar ántes la educacion por la música, que por la gymnastica. Adim. Vos teneis razon. Soc. Tampoco ignorareis que todo pende de los principios, en especial respecto de la juventud; porque en esta edad aún tierna su alma recibe fácilmente todas la formas que se quieren imprimir. Adim. No hay cosa mas cierta. Soc. Sufriremos pues nosotros con facilidad que oigan los niños indiscretamente toda especie de fábulas, forjadas por qualesquiera advenedizos, y que su alma reciba impresiones la mayor parte contrarias á las ideas, que queremos nosostros que ellos tengan en edad mas adelantada? Adim. No se debe sufrir esto.

Soc. Empecemos pues desde luego por velar sobre los compositores de las fábulas, eligiendo que fuese bueno, y conveniendo quales que no, despreciandola. Hecha la eleccion obligaremos á las ayas y madres, que con ellas entretengan los niños, y por este medio formen sus almas con mas cuidado, que el que ellas ponen en formar sus cuerpos con las manos. Por lo que hace á las fábulas que en el dia se les relatan, despreciarse deben la mayor parte. Adim. Qué fábulas son éstas? Soc. Juzgaremos de las pequeñas por las grandes, pues que ellas deben forjarse todas sobre un mismo modelo, y dirigirse al mismo objeto. No te parece bien? Adim. Muy bien. Pero yo no entiendo quáles son estas grandes fábulas de que vos habláis. Soc. Estas son las que He-