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verdad. Soc. Ahora pues, cómo podrá nuestra ciudad acudir á estas necesidades? No será preciso para esto que el uno sea labrador, el otro arquitecto, y el otro texedor? Y aún acaso añadiremos un zapatero, ó algun otro artesano semejante de los que aderezan las cosas que son de uso del cuerpo? Adim. Desde luego. Soc. Toda ciudad pues, constaria esencialmente por lo ménos de quatro ó cinco personas. Adim. Así parece. Soc. Pero qué? Debe cada uno de ellos trabajar en comun para todos los otros? el labrador, por exemplo, preparar la comida para quatro, y consumir quadruplicado tiempo y trabajo en prepararla, y dar parte de ella á los otros? Ó acaso no le estaria mejor, que sin ocuparse de los otros, emplease la quarta parte del tiempo en aderezar su comida, y las otras tres, una en edificarse casa, otra en hacerse vestidos, y otra en calzados? y no andar afanado cuidando de los demas, sino proveerse á sí mismo por sí solo de quanto necesita? Adim. Acaso por este medio, ó Sócrates, le seria mas cómodo que por el otro. Soc. Vive Dios, que es un absurdo. Porque en el momento en que vos hablais hice reflexion que nosotros no nacemos todos con los mismos talentos, y que uno tiene mas disposicion para hacer una cosa, y otro para hacer otra. Qué pensais vos? Adim. Soy de vuestro parecer. Soc. Decidme pues, irian mejor las cosas si uno solo tuviese muchos oficios, ó si cada uno se limitase al suyo? Adim. Si cada qual se limitase